ROOM (el mundo entero entre cuatro paredes)

En diversas ocasiones hemos visto películas que narran secuestros, algunas basados en la realidad , como la cruda “3096” (2013), los mismos días que Natascha Kampusch estuvo a merced de su secuestrador, y que Sherry Hormann supo llevar a la pantalla de manera sublime. Pero hay algo que siempre nos deja la duda… ¿y después de su liberación?...

SINOPSIS:

Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. La habitación es el hogar de Jack, mientras que para su madre es el zulo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Sin embargo, la curiosidad de Jack va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo. 



Pues es más bien el sentido de la película, tras, de manera magistral, hacernos entender como es la vida de una madre de 24 años, con su hijo de 5 en una caseta durante 7 años, entender que ese niño es fruto de una violación de su raptor, y entendiendo también que el niño no podrá vivir en el mundo que su madre le ha preparado ahí dentro por mucho más tiempo… Nos lleva de cabeza a un plan de escape que realmente te pone de los nervios… y que cuando todo transcurre, la tensión sigue activa, pues no cuentan que ha sucedido con el raptor, por lo que permaneces alerta durante un buen rato pensando en que en cualquier momento pueda aparecer de nuevo…

Pero el film no trata va de ese rollo, sino de la evolución de los dos personajes principales al descubrir nuevas sensaciones… por un lado acompañamos al pequeño Jack (Jacob Tremblay) a descubrir el mundo real… por otro vemos como su madre se da de bruces con su pasado y entra en depresión al descubrir los años de su vida perdidos, y no sólo eso, sino que su familia, tal y como la recordaba, ya no existe.



La cinta es una auténtica proeza, plasma a la perfección el drama, y deja de lado los tópicos del cine americano para adentrarse en planos más íntimos e independientes, sin estereotipos, sin música lacrimógena que aderece las escenas más difíciles… el cine independiente en estado puro.

Detalles como la excavadora al lado de la caseta al final de la película, cuando los dos van a despedirse de aquel mundo para Jack, y aquella pesadilla para su madre… sin necesidad de el típico operario apático que fuma un cigarrillo y ajeno a todo, metiendo prisa con un: “vamos señora, no tengo todo el día”, para dar a entender que va a tirar la cabaña, se agradece… son personajes mega trillados que a día de hoy ya solo perduran en la mente de algún productor rancio de la industria de Hollywood.



Sin duda es una gran película respaldada con un sin fin de premios, y muchos de ellos, incluido el Oscar a la mejor actriz, han sido para Brie Larson.

Maravillosa.