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Siempre me ha llamado la atención que se considere que ciertos actores “sobreactúan” a la hora de afrontar ciertos personajes, e incluso por defecto. No voy a negar que este concepto existe, pero no es único de actores considerados como malos o mediocres y desde luego me hago estas preguntas, ¿es malo que se sobreactúe o exagere?, ¿hasta qué punto se puede considerar que un personaje excéntrico deba ser más comedido a la hora de ser representado en pantalla?
¡Pues a mí me gusta! Y voy a poneros varios ejemplos de actores y personajes “sobreactuados” que siempre me han parecido geniales.
![19533818_20130703142705918](https://lamuvida.files.wordpress.com/2015/09/19533818_20130703142705918.jpg)
AL PACINO
Hablar de Al Pacino, es hablar de uno de los mejores actores de todos los tiempos.
Desde sus papeles en “El Padrino” o “Tarde de perros” Pacino se ha labrado un nombre, una personalidad y una capacidad casi infinita de interpretar personajes de todo tipo…pero no son pocos los que le acusan de sobreactuar excesivamente, sobre todo desde mediados de los 90.
A mí, personalmente, me sigue impresionando su interpretación en “Pactar con el Diablo”, me parece soberbio y creo que sinceramente el diablo debe ser así, trilero, exagerado, altanero, egocéntrico, manipulador, con sonrisa burlona y maneras trasnochadas… no se trata de dar miedo, sino de que te dé esa sensación de que es alguien camuflado en la sociedad como un triunfador, casi como un político.
El diablo de Pacino habla dando mítines y sentando cátedras: … “mira, pero no toques… toca, pero no pruebes… prueba, pero no saborees… y mientras dios os lleva como marionetas sabes que hace… ¡¡¡se parte de risa… es el peor casero del mundo!!!”... y todo esto lo suelta gesticulando, gritando y sacudiendo la conciencia de manera exagerada, sobreactuando.
Pero amigos, es que eso es el personaje y Al Pacino lo borda, incluso cuando sobreactúa.
![leon_the_professional_gary_oldman_desktop_1915x815_hd-wallpaper-677505](https://lamuvida.files.wordpress.com/2015/09/leon_the_professional_gary_oldman_desktop_1915x815_hd-wallpaper-677505.jpg)
GARY OLDMAN
Este pedazo de actor está considerado un ente sobreactuado en sí mismo, sin embargo, es por la energía y meticulosidad que ofrece a cada personaje que interpreta, cuando acierta en el papel, lo borda y es capaz de hilvanar unos villanos antológicos.
El papel de detective corrupto, psicópata, maquiavélico y sátrapa que Oldman nos regala en “ León: el profesional” es sencillamente magistral. Nunca sabes por dónde va a salir, explota cuando menos lo esperas y se convierte en el ser más desagradable y cabrón que uno se puede imaginar.
Esa escena en el pasillo, donde está escuchando a Bethoveen de manera relajada y de repente se toma una pastilla mientras gira el cuello de manera extrañísima, se retuerce y pasa a ser su propio “Mr Hyde” es absolutamente brutal, pura mimetización con el personaje, sobreactuado, pero es que un detective como “Stanfield” lo es… y Gary Oldman lo sabía, por eso lo bordo.
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NICHOLAS CAGE
He aquí el rey de la sobreactuación y el desfase, muchos os preguntaréis por qué lo pongo en el artículo junto al resto de actorazos que lo componen. Sencillo, pese a quien pese y aunque su carrera le haya llevado al descrédito más absoluto, para mí Cage es muy buen actor y al igual que ha tenido actuaciones bochornosas (la mayoría por desgracia). Ha bordado actuaciones sublimes, no es por nada que ganase el oscar por “Leaving las Vegas”, o que esté genial en películas como “Señales del futuro” o en el film que ahora me referiré más abajo.
De entre todas las interpretaciones buenas de Cage, siempre me quedaré con su doble papel en “Cara a cara”, su doble interpretación es alucinante. Aunque aquí la custodia es compartida junto a John Travolta y los dos consiguen hacerte creer que son el contrario, sin embargo, en mi opinión es Cage quien se lleva la palma en esta película...su “Castor Troy” es demencial y absolutamente brillante (la gesticulación y esa mirada psicópata que sólo él sabe poner son de absoluto sobresaliente en un personaje que sería ridículo en cualquier otro actor), pero es que encima clava el papel de Travolta el resto de la película, con su propia sobreactuación “Travoltiana” ya que al cambiar las caras, el personaje de Travolta en la piel de Cage está en una situación desesperada y delicada... una delicia de papel en el que Cage sobreactúa de manera acertada y muy divertida.
Hay muchos más ejemplos de “sobreactuaciones” geniales...podría destacar a Jack Nicholson en “Infiltrados”, a Malcom Mcdowell en “La naranja mecánica”, o a William Shatner en “Star Trek 2: La ira de Khan” entre otras muchas.
Ciertamente creo que es todo un género y una manera de entender la representación de un personaje de manera más teatral, más visceral y enérgica, no creo que sea un defecto, muchas veces es una gran virtud en una película...¿vosotros que opináis?
Por Adrián Alfaro
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