Mark Neveldine dirige este film de terror algo trillado. El director sobre patines de “Crank: veneno en la sangre” (2006) o “Crank: alto voltaje” (2009), se atreve con un genero que está muy machacado, y del cual hay poco que rascar para llevarlo a la originalidad, y que atraiga el interés del público.
SINOPSIS:
Angela Holmes, una chica de 27 años, se corta un dedo y acaba en el hospital. La herida se le infecta y empieza a mostrar un extraño comportamiento con todos los que la rodean llegando a causarles graves heridas e incluso la muerte. Un grupo de sacerdotes la examina y llega a la conclusión de que está poseída. Pero, cuando El Vaticano decide realizar un exorcismo, tendrá que enfrentarse a una fuerza satánica de poder inimaginable.
Sin ningún aire nuevo, la película se centra en las maldades que el diablo hace a través de la joven protagonista, por cierto, con un parecido a Kurt Cobain en los primeros planos, que echa pa´tras… Nada nuevo, ni siquiera en las atrocidades que ocurren a lo largo del film consiguen arañar la originalidad. Parece que por la cabeza de Chris Morgan y Christopher Borrelli, sus guionistas, no había mucha motivación, y han recurrido a más de lo mismo.
Es más interesante como plantean el final de la historia, con un flash forward que nos ofrece un guión verdaderamente interesante, y del cual si que se podría sacar una buena historia, que la película en sí.
De hecho a mí personalmente me da la sensación de ser un mensaje de su director para que algún productor quiera financiar esa idea… el anticristo ha llegado en forma de ángel milagroso al que todos veneran…. eso mola.
En definitiva, una más plenamente olvidable.
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