Muchas veces me vienen historias a la cabeza que me apetece mucho contar, y que de alguna forma u otra, no podré hacerlo hasta pasado un tiempo por compromisos, o por estar sumido en otro proyecto, por lo que caen en el olvido.
Cuando esto ocurre veo necesario ponerme manos a la obra ajustándolo un poquito el presupuesto, y adaptar la historia a los medios que puedo conseguir. Para este cortometraje conté con unos actores maravillosos, y fue el ingrediente principal para contar una historia sobre Alzheimer, drogas, y vejez, que no muchos han entendido. Da igual, me gustan los espectadores curiosos, de mente activa, escribir para darlo todo mascado no me genera inquietud…
Esta son las imágenes del rodaje, donde se ve claramente que el presupuesto era mínimo, o inexistente, pues realmente me rodee de profesionales que ya contaban con equipo, y una vez más operé la cámara, pues es algo que habitualmente hago, sobre todo si no puedo expresar bien lo que quiero al operador en cuestión.
Espero os divierta.
CORTOMETRAJE.
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