Dentro de la fantasía que llevan los comics de Marvel, encontramos ANT-MAN, que lleva la fantasía propia, y del resto de sus compañeros súper héroes… Quiero decir que el poder de Ant-man me resulta un poquito excesivo, pero bueno, ahí está.
Ayer vi esta película, que aunque mi compañero Adrián dio su opinión positiva, es mi “obligación” dar la mía. La cosa es que el cine de súper héroes no es santo de mi devoción, y que si me tengo que quedar con alguno, no va a ser precisamente con el señor hormiga.
La peli empieza con un exceso de humor que no para en ningún momento, y es bastante cargante tener un tío al lado que no para de bromear y de poner su lado más divertido, en el cine pasa lo mismo…
En el cine de terror suele haber alguna escena graciosa para destensar y volver a coger aire, en la comedia ocurre lo mismo, hay que dejar de reír para volver a coger carrerilla, y en esto falla el señor Peyton Reed.
En Ant-man no hay lugar para el drama, es una especie de película de humor con un súper héroe cachondo que incluso se disculpa cuando está jodiendo a su adversario, como es el caso de la pelea con el Vengador… Sabemos que es un comic y que normalmente lo respetan en el cine, pero hay que tener en cuenta los años en que ese comic anduvo de mano en mano, y los años en que ahora se ve su película.
Para que me entendáis: si hacemos una película del humorista de los 80 Arévalo, no podemos pretender que sus chistes hagan gracia en los años 2000… (“va un tartamudo, un maricón y un bizco”…) por lo que el guionista debe cambiar esos chistes para plasmar el éxito de la época, ya que no podemos tener al público susurrando continuamente “eran los 80 en España”… Pues igual pasa con estas cositas…. Que o nos ponemos un poco al día, o esto no hay quien se lo trague.
Michale Duglas tiene un papel sencillo, creíble y poco más…. (me sentía obligado a hablar de esto). Y el actor principal Edgar Wright, me recuerda tanto al pavisoso Ben Affleck, que tuve que hacer esfuerzos por sonreír.
Desgraciadamente esta cinta de súper héroe, que bien podría ser “La hormiga atómica”, no me dice nada. Me entretuvo en su parte final, la lucha contra el villano de la chaqueta amarilla, pudiendo soltar algunas carcajadas en la pelea de la habitación, cuando el director muestra la grandeza de la pelea en las vías del tren de juguete, y nos saca de allí justo en el momento en el que se suceden los trágicos acontecimientos de su pelea, mostrando así simples juguetes cayendo al suelo.
También me echa para atrás tanto ordenador, una técnica que ha día de hoy sigue sin ser plenamente creíble, y en este caso las hormigas parecen obra de un becario retraído en 3D.
Su director, Peyton Reed, no había hecho cine en su vida, se había limitado a series de televisión y algún que otro video clip.
Por lo que se ve, ahora va a dirigir Ant-man y la Avispa, que entiendo es la pre-cuela, y que el Dr. Hank Pym será el protagonista de esta nueva aventura.
No creo que escriba sobre esta nueva película, una y no más santo Tomás.
por Isaac Berrokal
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