Re-visionando esta película de 2009, del director F. Gary Gray, me doy cuenta de que estamos ante un thriller bastante interesante, que a pesar de mantener algunos matices estereotipados del cine más carca de la industria de Hollywood, ha sabido mantener un guión interesante, capaz de dejarte pegado a la pantalla durante los 108 minutos.
Lo más interesante es que el bueno del film es Gerard Butler, y que Jamie Foxx es el malo, y que a medida que transcurre el tiempo, el director debe cambiar los papeles, y hacer que el antagonista sea el protagonista y viceversa… pero para mi, sin éxito.
Tal vez por vivir en un país como España, repleto de políticos corruptos, de leyes flojas que protegen al criminal… tal vez por eso sea que el cambio de papeles me repugne, y que el abogado corrupto sea el vencedor, llevando a pique los planes de su vengativo protagonista, sea digno de una decepción personal.
Sea como fuere, el film tiene un hilo estupendo que nos mantiene atentos, con sorpresas cada dos por tres que hacen aún más inquietantes los minutos de esta cinta. Si que es verdad que la cosa empieza a estropearse un poco según se acerca al final… tal vez la idea de que pueda salir y entrar cuando le apetezca de la cárcel y realizar él mismo todos los atentados, sea algo pretencioso, algo difícil de sostener en la trama realista del guión… Hubiera sido estupendo eliminar el happy end y exprimirse un poco más el coco para dar con el desenlace que merece tantos minutos de tensión y entretenimiento… pero hay que reconocer que esto es difícil.
El final no está mal, aunque para algunos pudiera ser predecible (para mi no lo fue), creo que envía un mensaje claro acerca del bien y el mal.. y consigue que el personaje se aplique su propia sentencia dando a entender que él mismo forma parte de los inocentes que ha asesinado dentro del cólera de su venganza, o al menos así lo veo yo.
En cualquier caso la cinta es muy divertida, cumple su propósito y de alguna forma se diferencia de las miles de cintas del mismo rollo que hay, y que no valen para nada.
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