Déjame Salir (Get Out) es otra de esas películas que brillan por el buen acogimiento de la crítica y el público. Una cinta de terror que no lo es tanto.
SINOPSIS:
Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento "demasiado" complaciente de los padres se debe a su nerviosismo por la relación interracial de su hija, pero a medida que pasan las horas, una serie de descubrimientos cada vez más inquietantes le llevan a descubrir una verdad inimaginable.
Jordan Peele escribe y dirige su opera prima como director, porque su trayectoria como actor es bastante extensa, sobre todo en series de televisión.
Desde mi punto de vista me parece una propuesta divertida, algo predecible, pero con el encanto que series como “Twilight Zone” ofrecían. Historias extrañas, inimaginables, fuera de toda realidad capaces de sorprender mediante la incoherencia o la desconexión total con la ciencia, subrayando muy bien la “ficción”.
Una historia que se sostiene muy bien entre la incógnita y la comedia, una burla al cine comercial de terror que no llega a superar la línea de insulto. Creo que estamos ante una cinta que ofrece de todo menos miedo, y que se ríe de él.
Este tipo de películas se echan en falta a día de hoy, y viene bien que los productores echen el ojo a un formato que en los ochenta funcionaba muy bien como cortometrajes, dentro de programas del estilo de “Historias de la Cripta”, “Alfred Hitchcock Presenta”, o la ya mencionada “Twilight Zone”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario